miércoles, 19 de diciembre de 2012

Cosas que odio de los hombres



Siguiendo con las cosas que odio, o mejor dicho, que muchas odiamos de los hombres, comparto con vosotras mi odio por la adoración enfermiza que sienten por el fútbol.

Odio que cuando ven un partido de fútbol simplemente te ignoren y lo que es peor, le hablen a la tele!!! ¿Es que ese invento del demonio les va a contestar? Y es que en esos momentos son peores que mi abuela cuando ve una película de miedo, gritando a las pobres víctimas indefensas que ignoran tener detrás un asesino en serie. 

Además, ¿Qué gracia tiene ver a 22 tíos peleándose por un balón? Que se la vea yo, que soy mujer... bueno... pero para un tío hetero... ¿¿¿qué gracia tiene???

Y es que da igual, si se trata de una final o de un madrid-barcelona que del alcorcón-burgos, ya puedes pasearte en ropa interior por el salón que lo más que será capaz de decirte tu chico (eso si te llega a hablar, cuando no gruñir) es "procura apartarte que no puedo ver bien la jugada".

Aunque parezca mentira y os intenten engañar diciendo que tienen memoria pez y que nunca se acuerdan de las fechas, es totalmente falso. No se acuerdan de tu cumpleaños o de vuestro aniversario, pero pregúntales por la fecha de la final de la copa del rey o la próxima eurocopa!! Te sorprenderá de la memoria de opositor de notaría que tienen para esas fechas.

Para aquellos que no os hayáis dado por aludidos porque seáis de la rara especie a los que no os guste el fútbol, matizaré que cuando digo fútbol lo hago porque es el deporte rey, pero es aplicable a cualquier deporte y/o videojuego, ya que los hombres se comportan de manera prácticamente idéntica ante eventos de similares características como los enunciados.

Chicos, menos repantingarse en el sofá a ver deportes y sí a practicarlos para quitar esa tripa cervecera que estáis criando!

En resumidas cuentas, no intentéis competir contra Cristiano Ronaldo porque, sin duda, saldréis perdiendo, y sino... comprobadlo!

martes, 11 de diciembre de 2012

Follamigo (o como lo denominaremos a partir de ahora, "frungiamigo")



¿Y por qué nunca nos ponemos de acuerdo? Cuando quieres una relación seria, decides que va a ser algo más que un follamigo (perdonad la expresión tan vulgar, a partir de ahora tomaré prestado el término "frungir" de Dani Guapo y lo llamaré "frungiamigo"), él no está por la labor, sólo quiere sexo sin compromiso.

Y viceversa! Cuando tú necesitas un hombro en el que desahogarte, alguien que simplemente te complazca una noche sin perder la amistad que te une, a ellos les da por buscar el amor de su vida con el que sentar la cabeza.

Nunca he visto que un hombre y una mujer se pongan de acuerdo en este punto, y si empiezan una relación de "frungiamigos" de mutuo acuerdo, al poco tiempo nuestras mentes pensantes acabarán obsesionándose con una cuestión: ¿qué me falta para que este tipo (que no me merece!) no quiera tener una relación estable conmigo??!!!

Pero lo que hemos de tener claro en este tema es que con un "frungiamigo/a" no hay que comerse la cabeza, es lo último que debemos plantearnos, porque son prácticamente todo ventajas:

1.- Para subirte la moral en esos días de bajón, sólo tienes que llamarlo y quedar con él/ella. Tu "frungiamig@" hará el resto y hará que olvides ese horrible día de trabajo, la llamada inoportuna de tu madre, ese destrozo en la peluquería...

2.- La ruptura no será nada traumática, al contrario, no tienes que enfrentarte a él o ella y darle una patética excusa y mentirle descaradamente a la cara. Simplemente basta con dejar de llamar, ni siquiera se lo tomará a mal!

3.- Nada de peleas, sin reproches, "yo te dije", "tú, me hiciste", sin aguantar fútbol con sus amigos o los días interminables de compras. Te quedas con lo mejor: UNA DULCE VELADA, que sabes de sobra lo bien que puede acabar. Eso sí, tampoco esperes romanticismo... aunque si lo piensas un segundo, ¿en que cita recuerdas haberlo tenido?

4.- Puedes gozar de la libertad de quedar con tus amig@s sin tener que darle explicaciones, porque de hecho tu "frungiamigo" no te las pedirá, no le interesa porque también goza de la misma libertad, sin culpabilidad alguna.

5.- No necesitas tener una conversación profunda ni saber sus problemas, para hablar ya tienes a tus amigos de verdad, un "frungiamigo" está para darte SEXO, Y DEL BUENO! Las charlas metafísicas puedes dejarlas para tus compañeros de trabajo.

Tan extendido está ya el concepto de "frungiamigo" que en internet es posible hasta encontrar un contrato que regula los derechos y obligaciones a los que las dos partes deben atenerse, de hecho el mencionado documento se denomina en la red como formulario estándar nº 654 (quizá hasta lo vendan en los estancos junto a los efectos timbrados, lo cual no me extrañaría):



A efectos aclaratorios, os pongo el video de David Guapo donde explica el término "frungir". Espero que os guste y os riais un rato!






miércoles, 5 de diciembre de 2012

Cosas que ellos odian de nosotras

Sí, chicas, aunque parezca mentira, y a pesar de lo adorables que somos... ¡¡hay cosas de nosotras que los chicos odian!! ¿Os lo podéis creer?



Una de ellas es nuestra manía compulsiva de hacer compras y de cómo podemos pasarnos horas y horas recorriendo tiendas.

Y es que ellos simplifican la tarea al máximo (en caso de que sean ellos los que van de compras), entran en cualquier tienda, la primera que vean, y a ser posible que tenga ropa masculina (aunque esto no es siempre requisito indispensable), se prueban aquellos que estaban buscando, un vaquero por ejemplo, ven que le entran y no se caen, paga y se va. Tiempo total... ¿quizá 10 minutos?

Pero nosotras no, nosotras entramos en la primera tienda y aunque veamos algo que nos queda genial y que nos encanta, sentimos la imperiosa necesidad de recorrer el centro comercial de cabo a rabo intentando descubrir si encontraríamos algo similar y a mejor precio. Consecuencias de esta búsqueda: por el camino hemos encontrado otras mil cosas sin las que no podemos sobrevivir y que han hecho que gastemos más de lo que hubiésemos ahorrado con la copia barata de la prenda que vimos en la primera tienda.

Además, obviamente, no hemos encontrado algo que sea taaaaaaaaaaaan maravilloso de aquel vestido que viste en la primera tienda. Por lo que, después de 7 horas y media en el centro comercial y mucho dinero gastado, volvemos al punto de partida para comprar esa primera prenda que viste (y todo ello sin cansarnos!).



Eso sí, gracias a la nueva especie de hombre metrosexual hemos llegado a encontrar un fiel compañero de fatigas en el centro comercial sin hacernos sentir culpables y sin que nos riñan por ello! :)