Y es que, queramos o no, los hombres tienen mucho de perro y las mujeres mucho de gato, de ahí que nos llevemos como los susodichos animales. Y para muestra un botón:
Perros y hombres
- Hombres y perros ocupan demasiado espacio cuando se meten contigo en la cama, es así, son adorables cuando duermen, pero te dejan el mínimo espacio para no caerte de la cama.
- No sé por qué, pero los dos tienen un miedo irracional, pavor diría yo, por el aspirador. No sé si será el ruido o si es que el aparato en cuestión (el aspirador, por supuesto) emite alguna especie de señal que solo puedan captar ellos, pero desaparecen cuando sacas la aspiradora!
- Tanto los hombres como los perros (no sabría decir quién mas de ellos) sienten una fascinación, casi adoración diría yo, por la entrepierna de una mujer, ya sea la suya o la del vecino.
- Ninguno de los dos es capaz de darse cuenta de cuando te has cortado el pelo, incluso aun cuando se quedan mirándote con cara de bobos durante minutos y minutos…
- Hombres y perros desconfían del cartero, butanero o cualquier otro espécimen similar que se acerque a menos de un metro de la puerta de tu casa.
- En muchas ocasiones a ambos les huele el aliento a perro, que, claro, en el caso del animal (perro) es comprensible.
Gatos y mujeres
- Mujeres y gatos nos comunicamos muchas veces sin utilizar palabras, a través de miradas profundas, delicadas aproximaciones o misteriosa forma de ser.
- Las mujeres podemos pasar de ser cariñosas, a estar molestas, o incluso a reírnos, pasar por mil estados de ánimo diferentes en una hora sin razón alguna, tal como lo son los gatos
- Puedes estar acariciando a un gato, mientras ronronea dulcemente, y en un microsegundo puede estar arañándote porque se cansaron de ti.
- Los gatos, al igual que las mujeres, son expertos cazadores. De hecho, una vez cazada la presa, les gusta jugar con ella y prorrogar su agonía. No nos engañemos, más de una vez lo hemos hecho con algún chico, aunque después la “cazadora” se haya visto cazada.
- Somos seres independientes, que no les importa acercarse al cariño cuando es necesario y dejar que nos mimen.
- ¿Cuántas veces no nos hemos maquillado tratando de emular rasgos felinos en nuestra mirada? Y es que los ojos de una mujer y un gato son capaces de decir mil cosas, por eso en las ocasiones más especiales les damos protagonismo.
Como veis, son muchos los parecidos entre perros y hombres y gatos y mujeres. Quién lo hubiera dicho, ¿verdad? Quizá sea por eso por lo que es tan difícil en una relación que hombre y mujer lleguen a un punto de entendimiento.
1 comentario:
Esto es lo que me animas a leer? Y quieres que comente cuando me comparas con un perro?? JA!
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